sábado, 30 de enero de 2016

Mons. Fellay: “todas las sanciones que pesaban sobre los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X están levantadas”.

El portal Adelante la Fe, 30-Ene-2016, vinculado a los movimientos Ecclesia Dei, publica una traducción de la entrevista realizada a Mons. Bernard Fellay, Superior General de la FSSPX.


Mons. Fellay: “todas las sanciones que pesaban sobre los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X están levantadas”

Con motivo de la Marcha por la vida celebrada en la capital estadounidense el pasado 22 de enero, en la cual participó monseñor Bernard Fellay, concedió la tarde anterior una conferencia de prensa sobre el tema de la familia. Ante unas 200 personas y seguido en tiempo real por Internet desde todos los rincones del mundo, el superior general de la Fraternidad San Pío X respondió a las preguntas de James Vogel, responsable de la casa editora del distrito de los Estados Unidos, Angelus Press.

DICI ofrece a sus lectores la traducción de las palabras más significativas pronunciadas por monseñor Fellay con relación al aborto, la situación de la Iglesia y la relación de la Fraternidad con Roma y el papa Francisco.

La Marcha por la Vida

“No se trata de una cuestión nacional. Es un combate a nivel mundial. Tenemos que defender a los inocentes, y esta batalla por la defensa de los inocentes es parte de un combate de grandes proporciones. (…) Lo verdaderamente impresionante es ver que esto sucede en todas partes, en todos los países. Algunos lo llaman progreso. Afirman hacer cosas muy buenas, cuando están destruyendo la humanidad. Comienzan esta destrucción de la naturaleza humana en el inicio mismo del ser humano, en el vientre mismo de la futura madre. (…)
Es indudable que tenemos que defender a los inocentes. Para eso he venido, para animar a todos a participar en esta importante batalla” [1].

Confusión en la Iglesia

“Hay una palabra que resume muy bien la situación la Iglesia: confusión. Y el último sínodo sobre la familia ha sido la expresión de dicha confusión. Lo que pasó con el documento final es ciertamente significativo (…) Se terminó con un texto ambiguo y al final no se sabe qué hacer, qué pensar. Creo que nunca habíamos tenido tanta confusión en la Iglesia. Varios obispos progresistas explicaron cosas increíbles sobre cuestiones fundamentales de moral, sin que los haya censurado la autoridad que se lo permitió. A parte de esto, hay cardenales y obispos que se han puesto en contra de ellos públicamente, sin rebozo. Esto también es una novedad. Y podemos albergar la esperanza de que esto sea el principio de una auténtica reacción, ¡que ya va siendo hora de que la tengamos!”.

Obispos contra obispos

“Esta situación me hace recordar al mensaje de La Salette. La Santísima Virgen María anunció tiempos difíciles para la Iglesia: obispos contra obispos y cardenales contra cardenales. Y si observamos la historia de la Iglesia, hasta ahora no encontramos una situación parecida.
Es francamente trágico. ¿Cómo podrán orientarse los fieles? Y aunque hoy el Santo Padre publicara un documento claro y preciso, sería demasiado tarde. El mal está hecho. Cuando algo se rompe, hace falta mucho esfuerzo para reconstruirlo. Y esa es la situación en que nos encontramos hoy en día”.

La jurisdicción concedida a los padres de la Fraternidad San Pío X para confesar

“No es otra cosa que una delegación de potestad, una  potestad ordinaria para confesar a los fieles. En circunstancias normales, esa potestad se la concede el obispo al sacerdote. Pero en este caso la hemos recibido directamente del Papa. Es muy excepcional, pero es posible.(…) Y eso significa, necesariamente, que todas las sanciones que pesaban sobre los sacerdotes de la Fraternidad San Pío X están levantadas. Las sanciones y la autorización para confesar no pueden estar vigentes a la vez. Sería absurdo”.

Relaciones con Roma

“Puede parecer difícil de entender, porque el Papa hace muchos reproches a personas que insisten en la doctrina, que no quieren cambio… Pero no cabe la menor duda de que el Papa se ocupa personalmente de nuestro caso.
Nos conoce muy bien, y su comportamiento nos obliga a pensar que nos tiene simpatía… Puede parecer contradictorio. Personalmente, yo estaba convencido de que Roma nos iba a condenar de nuevo, y resulta que es al revés”.

El papa Francisco y la Fraternidad San Pío X

“Nos conoce desde que estaba en Argentina. Teníamos relación con él por cuestiones administrativas. En Argentina hay un concordato que permite a los sacerdotes extranjeros obtener permiso de residencia a condición de que lo acepte el obispo de la localidad. Algo perfectamente normal en sí. Evidentemente, teníamos un problema con un obispo que no quería nuestra presencia allí. Habríamos podido solicitar reconocimiento directamente al estado argentino, pero era impensable: somos católicos y no queríamos que se nos tratara como a una secta. Entonces, el superior de distrito de América del Sur se entrevistó con el cardenal Bergoglio para exponerle el problema. Su respuesta fue muy clara: ‘Es obvio que ustedes son católicos, que no son cismáticos; los voy a ayudar’ ¡Y nos ayudó! Se comunicó con Roma. Dirigió al Gobierno una carta favorable a nosotros, al mismo tiempo que recibía otra de la nunciatura que decía exactamente lo contrario. Estuvimos en esa situación hasta que lo eligieron papa.


Monseñor Fellay en la Marcha por la Vida

Le obsequiamos la biografía de monseñor Lefebvre, ¡y la leyó dos veces! Cosa que no se hace si no se está interesado en el tema.
Con frecuencia decía públicamente que no debemos encerrarnos en nosotros mismos, que hay que ocuparse de las periferias y todo eso en vez de formar un grupo aislado. Y ve que eso es ni más ni menos lo que hacemos. Vamos al encuentro de las almas allí donde se encuentran, intentamos ayudarlas, y estoy bastante seguro de que el Santo Padre ve todo eso y le agrada. Tal vez no esté contento con todo lo que hacemos, pero en ese aspecto sí lo está.
En Argentina, dijo a nuestros sacerdotes: “Si quieren que sus hijos pierdan la fe, envíenlos a los colegios de la diócesis”. Eso quiere decir que es plenamente consciente de lo que pasa. Sabe que hay graves problemas en la Iglesia, aunque no hable mucho de ellos.
A veces, observándolo, nos quedamos perplejos. Yo no tengo todas las respuestas; simplemente observo los aspectos de su personalidad. Es inclasificable. Es imposible ubicarlo en una categoría deteminada; así es de imprevisible. Pero al final, como papa, ha regularizado personalmente nuestra situación en Argentina. (Lire DICI n°314 du 24/04/15)
La Fraternidad San Pío X tiene una relación estrecha con él, tiene acceso directo, cosa que puede parecer una locura en la presente situación“.

¿Hacia la regularización canónica de la Fraternidad San Pío X ?

“Me es imposible decirles qué va a suceder mañana. ¿Seremos reconocidos? Sinceramente, no tengo la menor idea. ¿Por qué? ¡Por la situación de la Iglesia! En la propia Roma, algunos quieren nuestra defunción. ¡Quieren que seamos condenados! ¿Quién ganará? ¿El Papa o los otros? Siento decirles que no lo sé.
Pero esta situación no nos va a paralizar. Sabemos lo que tenemos que hacer, así que proseguimos. Reconocemos que si se obtuvieran algunas cosas, como la regularización canónica, sería mejor. Ha habido conversaciones, ha habido nuevas propuestas, pero sabemos que tenemos enemigos al interior del Vaticano. No tiene nada de nuevo.
Pedimos al Señor que nos ilumine en cuanto a cuál es su voluntad, porque eso es lo que importa: la voluntad de Dios, la divina Providencia. Hasta ahora, Dios nos ha protegido y no hay motivo para que no sea así en el futuro”.


[Traducido por J.E.F. Equipo de traducción de Adelante la Fe. Fuente: FSSPX/USA, traducido del inglés – DICI n°329 del 29/01/16] 


[1] Durante la misa matinal del 22 de enero, Fellay afirmó«Todo aborto es un pecado terrible. Para entender mejor lo que es este pecado, es preciso entender primero que en un acto de esa naturaleza se da un ataque contra la intención de Dios para esa criatura. No atañe sólo a la vida humana: es una agresión a Dios.» Y, tras preguntarse cómo se podía reparar un crimen así, respondió: «La única manera es volverse hacia Dios. A nivel humano, no podemos repararlo por nuestros propios medios. Desde luego, podemos expresarnos. Es lo que hacemos por medio de la Marcha por la Vida. Protestamos, sufrimos, damos algo. En efecto, tratamos de reparar tanto como nos es posible, pero la verdadera reparación se hace aquí, en la Misa. Porque la Misa es la renovación incruenta del sacrificio de Nuestro Señor. Verdaderamente Dios ha hecho en el Calvario la reparación de todo en nuestro lugar. Y eso es exactamente lo que tenemos aquí: el Calvario. Quien está presente no es simplemente un sacerdote o un obispo. Es Nuestro Señor Jesucristo mismo. El mismo Jesús que estuvo en Palestina está presente en la Misa. El sacerdote no es sino su instrumento. Es verdaderamente Jesús quién está presente, y quien hace exactamente lo mismo que hizo en la cruz: ofrecer su vida en reparación.
»La enseñanza de la Iglesia dice esto: cada día celebramos el sacrificio de la Misa a causa de los pecados que cometemos. Es la enseñanza del Concilio de Trento. En razón de los pecados que se cometen todos los días en la Tierra celebramos la Misa. El padre Pío lo expresa de un modo maravilloso: dice que el mundo puede sobrevivir más fácilmente sin el sol que sin la Misa. Si todavía se puede vivir en la Tierra, es por la celebración diaria de la Misa.»

viernes, 29 de enero de 2016

Francisco imparte la “bendición” junto con cismáticos y herejes.


El único fruto que estos actos traen, estos actos públicos realizados con una impronta de relativismo religioso por quien actualmente se sienta en la silla de Pedro, es el indiferentismo religioso, el cual, deriva en el llano ateísmo práctico.


Esto ocurrió en las vísperas de la solemnidad de la conversión de San Pablo Apóstol, en la Basílica de San Pablo extramuros, lunes 25 de enero de 2016, en el marco de XLIX Semana de oración por la unidad de los cristianos.

El video completo de la ceremonia, el momento de la “bendición multireligiosa” 1:11:55:


Decía el Cardenal Déciré Félicien-Françoise Joseph Mercier:

“Poner la religión de origen divino en el mismo nivel con las religiones inventadas por los hombres es la blasfemia que atrae  los castigos de Dios en la sociedad mucho más que los pecados de las personas y las familias”.

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Francisco también recibe la “bendición” de un hombre vestido de obispo, el Sr. Justin Welby, actual Arzobispo de Canterbury de la Iglesia anglicana, la cual no tiene sucesión apostólica:








Justin Welby y su esposa


Justin Welby, Francisco y su la esposa del “Arzobispo” anglicano.

El padre Guillermo Marcó propone cambiar el sacramento de la penitencia.


¿Qué piensa el sacerdote que aparece en el escandaloso video del Papa de enero de 2016?

Sería interesante que, en esta etapa, el Papa se animara a revisar la práctica del sacramento de la confesión –hasta el siglo XII estaba reservado para los pecados de escándalo público- y dejar más libre al creyente en su relación con Dios para que en su fuero íntimo pueda discernir lo bueno y lo malo. Y no usar la confesión como una boletería para poder comulgar, o un consultorio psicológico gratuito donde desahogarse de los pecados de los demás.

P. Guillermo Marcó, en el suplemento Valores Religiosos, N° de diciembre de 2015.

Nosotros pensamos que el que tendría que se revisado es al padre Marcó, debido a sus desvaríos relacionados a la práctica del sacramento de la penitencia. A continuación, publicamos el comentario aparecido en Wanderer, 12-Ene-2016, que con cierta crudeza pero con total realismo responde a las mentiras del citado Guillermo Marcó.


Parió la abuela

Como si con los Tres Chiflados -Bergoglio, Tucho Fernández y Mons. Karcher- no tuviéramos ya suficiente, ahora parió la abuela, es decir, apareció el P. Guillermo Marcó como actor de reparto del cuidado y escandaloso video producido por CTV, el canal de televisión oficial del Vaticano, y que comentamos hace unos días en este blog.

Recordemos que Marcó es un sacerdote de la arquidiócesis porteña que se desempeñó durante años como portavoz oficial del cardenal Bergoglio y figura omnipresente en los medios de comunicación, hasta que se pasó de listo, o su valedor le dio una orden demasiado arriesgada, y el pobre terminó misericordiado de su puesto y silenciado durante años. 

A comienzos de diciembre último publicó este breve artículo en el suplemento religioso de Clarín con algunos consejos acerca de cómo debería encarar el Santo Padre la repartija de misericordia durante este Año Santo, concretamente, modificando sustancialmente el sacramento de la confesión. En vez de ser sancionado como hubiese correspondido, fue llamado a protagonizar el video de marras. No sería raro que el papa Francisco le haya levantado la pena impuesta y Marcó esté, nuevamente, en carrera episcopal.

Su artículo es lamentable. Pivotea sobre dos mentiras grandes como una casa y Marcó no puede aducir ignorancia al respecto. La primera de ella es asegurar que el hijo pródigo vuelve a casa de su padre por necesidad y no por arrepentimiento. Como ya apuntó un lector del blog, el Evangelio es claro cuando dice que el hijo vuelve y admite su pecado y, consecuentemente, pide perdón y cambia de vida. Y esta ha la interpretación unánime de los Padres de la Iglesia. Por ejemplo, San Gregorio de Nisa, San Agustín, San Ambrosio y San Juan Crisóstomo. ¿En que afecta esta interpretación mentirosa del Evangelio? En que ya no es necesario que el hijo pródigo deje, luego del arrepentimiento, su vida disipada entre prostitutas. Si tiene hambre, el padre le llevará un sanguchito de mortadela al burdel para que se siga divirtiendo sin pasar necesidad. Ahí está la misericordia de Marcó, y de Bergoglio. Misericordia sin arrepentimiento. 

La segunda mentira, más grave aún si cabe, es cuando asegura que, hasta el siglo XII el sacramento de la confesión era exclusivamente para los pecados de escándalo público y, consecuentemente, habría sido la disciplina de la maldita Iglesia oscurantista de la Edad Media la que cambió todo y comenzó a reprimir a los fieles por sus pecados privados, especialmente aquellos relacionados con la sexualidad. Podría arrojársele al presbítero Marcó una tonelada de libros que dicen, y documentan, exactamente lo contrario. Haga referencia aquí a un solo texto. En el año 796, Alcuino de York, abad en ese momento del gran monasterio de San Martín de Tours, le escribe una carta los adolescentes que viven en la abadía, ya sea educándose en las artes liberales, ya sea iniciándose en la vida religiosa. La carta se conoce como Ad pueros sancti Martini, y puede encontrarse en MGH Epistolae Alcuini 131, pp. 194-198 (hay también traducción española -Alcuino de York, Obras morales, Eunsa, Pamplona, 2004. El texto al que hago referencia se puede bajar desde aquí). En la misiva, el autor hace referencia al problema que afecta a los adolescentes de todos los lugares y épocas del mundo: la lucha por la castidad y, concretamente, el pecado de la masturbación, que, para la moral de los nuevos curas, ya no es más pecado sino una simple etapa de la evolución personal. Escribe Alcuino entre otras cosas: “Haz, pues, penitencia, confiesa tus propias faltas, revela en la confesión los secretos de tu iniquidad. Es conocido a Dios lo que has hecho en secreto. Aunque la lengua no lo diga, la conciencia no podrá ocultarlo. Crees en vano que tus crímenes permanecen ocultos entre paredes. Pero aunque puedas escapar a los ojos de los hombres cuando pecas, absolutamente nada de lo que hagas en secreto quedará oculto a la mirada de Dios. Di tus pecados en la confesión antes de que sientas la cólera del juicio. Créeme, todos tus pecados serán perdonados si no te avergüenzas de confesarlos, y serás purificado por la penitencia”. No hay excusas ni lugar para interpretaciones neoconas: el P. Guillermo Marcó miente pues la documentación histórica, en este caso el testimonio de un autor del siglo VIII, muestra que en esos tiempos los pecados de índoles privada como la masturbación se confesaban sacramentalmente.

Y, basado en su mentira, concluye el presbítero porteño que el Santo Padre debería modificar la disciplina del sacramento de la confesión dando libertad para que el penitente arregle directamente sus cuentas con Dios sin tener que pasar por la “boletería” del confesionario. 

¿Qué se esconde detrás de toda esta patraña? Hay que prestar atención a lo que dice en el cuarto párrafo: “...durante siglos la Iglesia amenazó a los pecadores con toda clase de castigos, en la vida presente y en la eterna, sobre todo por pecados privados y, más precisamente, ligados al ejercicio libre del placer y la sexualidad”. Aquí está la madre del cordero. Lo que pretende Marcó, en sintonía con los nuevos aires vaticanos, es la proclamación por parte de la Sede Apostólica del derecho universal al orgasmo. Sabrán disculpar la expresión, que es sin duda soez, pero también lo suficientemente gráfica, cruda y realista. Lo que este curita y miles de otros curas y obispos quieren, es que la Iglesia se deje de molestar a los hombres mientras estos se divierten orgásticamente. Como se dan cuenta que el infierno ya no asusta a nadie y que, por más reprimendas que se hagan desde los púlpitos, casi todo el mundo se dedica a vivir la vida loca junto a Ricky Martin, lo mejor es decir que no hay problemas con vivir la vida loca, porque esos son pecados privados y, en todo caso, podrá cada uno, en su conciencia, arreglarse con Dios. 

¿No será que, en el fondo, lo que pretenden estos curas es abrir el paraguas para cobijarse ellos mismos bajo él?

miércoles, 27 de enero de 2016

Intercomunión en pleno Vaticano.


Parece que ahora los herejes y excomulgados, pueden comulgar en las celebraciones romanas. La comunión in sacris, parece no tener la más mínima importancia.

Publicado en Adelante la Fe, 22-Ene-2016.

NOTA DE ADELANTE LA FE: La denuncia del prestigioso vaticanista Sandro Magister ha sido también destacada por el siempre bien informado Edward Pentin. Como complemento indispensable sugerimos leer el artículo que publicamos hoy de Rorate Caeli “Libro de oración común ensalzando a Lutero y la Reforma“.

Vacaciones en Roma de los luteranos finlandeses.
Con comunión católica

Por Sandro Magister

«Me pregunto: pero ¿acaso no tenemos el mismo bautismo? Si tenemos un mismo bautismo, debemos caminar juntos».

Esto dijo entre otras cosas el papa Francisco el 16 de noviembre pasado en respuesta a una luterana que le había preguntado si podía comulgar en misa junto a su marido católico:
En la audiencia general del miércoles 20 de enero, el Papa volvió a expresar la misma opinión:

«En el centro de la catedral luterana de Riga hay una pila bautismal que se remonta al siglo XII, al tiempo en que Letonia fue evangelizada por san Meinardo. Esa pila es señal elocuente de un origen de fe reconocido por todos los cristianos de Letonia, católicos, luteranos y ortodoxos. Tal  origen es nuestro común bautismo. […] Compartir esta gracia crea un vínculo indisoluble entre los cristianos, de tal forma que, en virtud del bautismo, podamos considerarnos todos realmente hermanos. […] Todos, católicos, ortodoxos y protestantes, formamos un sacerdocio real y una nación santa».

Esta vez Francisco no llegó más lejos. Entre tanto, sin embargo, el pastor luterano de Roma Jens-Martin Kruse, que ya había recibido la visita del Papa a su iglesia el pasado 16 de noviembre y había escuchado sus palabras, ha sacado las siguientes conclusiones:

«El Papa ha invitado a todos los fieles a asumir la responsabilidad que tienen ante Dios, para que decidan en conciencia si es posible la participación común de la Eucaristía entre católicos y protestantes. No hay razones teológicas por las que ello no sea posible».

El pastor Kruse lo dijo en una entrevista concedida a Zenit el 19 de enero. Y en ese mismo día, en Roma, hubo quien pasó del dicho al hecho, haciendo caso omiso de la llamada de atención del cardenal Gerhard Müller con relación a los malentendidos surgidos de la respuesta del Papa a la pregunta de la señora luterana.

En la mañana del 19 de enero Francisco ha recibido en audiencia en el Vaticano (ver foto) a una delegación de la iglesia luterana de Finlandia, presidida por una señora, Irja Askola, obispa de Helsinki, que iba acompañada de representantes de las minorías ortodoxa y católica, los obispos Ambrosius y Teemu Sippo respectivamente.


Pero después de la audiencia con el Santo Padre, en el curso de las celebraciones litúrgicas que ha oficiado la mencionada delegación en Roma con la presencia de grupos de fieles llegados también de Finlandia, en una misa católica la comunión también se les ha administrado a los luteranos.

Al menos eso es lo que han revelado al semanario luterano finés Kotimaa, destacando la sorpresa de un miembro de la delegación, Samuel Salmi, obispo de Oulu, según el cual los sacerdotes sabían perfectamente a quienes daban la comunión.

La prelada luterana de Helsinki, Irja Askola, que presidía la delegación, es conocida por su postura ultraliberal no sólo con relación a la sull’intercomunione sino también en el tema del matrimonio homosexual.

Lo curioso es que a la postura de los luteranos finlandeses en ambos sentidos se oponen ardientemente sus correligionarios de los países bálticos vecinos, y de manera especial los de Letonia, donde se encuentra precisamente (en la catedral de Riga) la pila bautismal mencionada por Francisco como símbolo de fraternidad ecuménica.

Sandro Magister

[Traducido por J.E.F. Artículo original]

martes, 26 de enero de 2016

Una condena muy actual.


Tomamos una parte de la condena al movimiento “Le Sillon” por el Papa San Pío X en la encíclica “Notre charge apostolique”. Cualquier similitud con la realidad actual del catolicismo modernista en las más altas cumbres de la jerarquía eclesiástica, es mera coincidencia:

«Hubo un tiempo en que Le Sillon, como tal, era for­malmente católico. (...) Vino un momento en que se operó una revisión. Dejó a cada uno su religión o su filosofía. Cesó de llamarse católico, y a la fórmula “La democracia será católica”, substituyó esta otra: “La democracia no será anticatólica”, de la misma manera que no será antijudía o antibudista. Esta fue la época del Le Sillon más grande”. Se llamó para la construcción de la ciudad futura a todos los obreros de todas las religiones y de todas las sectas. Sólo se les exigió abrazar el mismo ideal social, respetar todas las creencias y aportar una cierta cantidad de fuerzas morales. Es cierto, se proclamaba, “los jefes de Le Sillon ponen su fe religiosa por encima de todo. Pero ¿pueden negar a los demás el derecho de beber su energía moral allí donde les es posible? En compensación, quieren que los demás respeten a ellos su derecho de beberla en la fe católica. Exigen, por consiguiente, a todos aquellos que quieren transformar la sociedad presente en el sentido de la demo­cracia, no rechazarse mutuamente a causa de las convicciones filo­sóficas o religiosas que pueden separarlos, sino marchar unidos, sin renunciar a sus convicciones, pero intentando hacer sobre el terreno de las realidades prácticas la prueba de la excelencia de sus convic­ciones personales. Tal vez sobre este terreno de la emulación entre almas adheridas a diferentes convicciones religiosas o filosóficas po­drá realizarse la unión” (Marc Sangnier, Discurso de Rouen, 1907). Y se declara al mismo tiempo (...) que el pequeño Sillon católico sería el alma del gran Sillon cosmopolita».

Hacia una religión universal.


Precisamente con esto, los modernistas no les infunden a los protestantes ni a todos los que no son católicos la idea de que tienen que venir o volver a la Iglesia católica para ser realmente hermanos en Nuestro Señor Jesucristo. ¿Cuál será, entonces, el resultado? Una especie de humanitarismo y filantropía que, finalmente, servirá a la sociedad de las naciones masónicas, que está preparando lo que vislumbró tan claramente el Papa San Pío X:

«Una religión (...) más universal que la Iglesia católica, reuniendo a todos los hombres, convertidos finalmente, en hermanos y camaradas, en “el reino de Dios”».

Podría decirse: ¡en el reino del Gran Arquitecto!, porque éste es el objetivo de los masones y, con ellos, de los judíos: la realización de una religión universal que ejercerá su imperio sobre todos los hombres.
Además, el Papa San Pío X hizo alusión a ello:

«Y ahora, penetrados de la más viva tristeza, Nos nos preguntamos, venerables hermanos, en qué ha quedado convertido el catolicismo de Le Sillon. Desgraciadamente, el que daba en otro tiempo tan bellas esperanzas, este río límpido e impetuoso, ha sido captado en su marcha por los enemigos modernos de la Iglesia».

Mons. Marcel Lefebvre, comentando la carta encíclica de San Pío X “Notre charge apostolique”.

El protestantismo no es católico.


“El protestantismo no es más que una forma distinta de la verdadera religión cristiana; y dentro de aquélla se puede agradar a Dios lo mismo que en la Iglesia católica”. 
Proposición 18° condenada por el Syllabus errorum de S.S. Pío IX.

lunes, 25 de enero de 2016

Los “católicos tradicionalistas”, tema recurrente para los medios.

Nuevamente, para los medios masivos de comunicación, los católicos “tradicionalistas” son un problema.


Captura de Reuters aún sin editar y subrayada por Secretum Meum Mihi, 25-Ene-2016.

Reuters, 25-Ene-2016.

Papa Francisco pide perdón a los protestantes por la persecución católica

Por Philip Pullella

ROMA (Reuters) - El Papa Francisco pidió perdón el lunes a los protestantes y a los fieles de otras iglesias cristianas por la persecución de los católicos, en una jornada en la que el Vaticano anunció que este año visitará Suecia para conmemorar el inicio del aniversario 500 de la Reforma impulsada por Martin Lutero.

En un servicio anual en la Basílica de San Pablo de Roma, en el que participaron representantes de otras religiones, el Sumo Pontífice pidió "perdón por el comportamiento poco evangélico de los católicos a los cristianos de otras iglesias". También pidió a los católicos que perdonen a quienes los persiguieron.

El Vaticano anunció que Francisco tiene previsto participar en un servicio conjunto católico-luterano el 31 de octubre en la ciudad de Lund, en el sur de Suecia. Lund es el lugar donde la Federación Luterana Mundial fue fundada en 1947.

Lutero, un alemán, comenzó la Reforma Protestante en 1517 con la escritura de 95 tesis criticando a la Iglesia Católica por la práctica de las indulgencias.

Esto llevó a un cisma violento, a veces político en todo Europa con el Cristianismo, desatando entre otras cosas la Guerra de los Treinta Años, la destrucción de monasterios ingleses y la quema de numerosos "herejes" de ambos lados.

Los católicos tradicionalistas ya han acusado a Francisco de hacer demasiadas concesiones con los luteranos, particularmente una "plegaria común" que ambas religiones realizarán durante las conmemoraciones del 2017. Dicen que elogia excesivamente a Lutero, quien fue condenado como un hereje y excomulgado.

Sin embargo, Francisco ha hecho del diálogo con otras religiones una de las marcas de su Papado y el anuncio coincidió con el fin de la Semana anual de Oración por la Unidad de los Cristianos.

El Papa ya ha visitado una iglesia luterana en Roma, la comunidad protestante Waldesiana en el norte de Italia, y la sinagoga de Roma. Este año tiene previsto convertirse en el primer Papa en visitar la mezquita de la capital italiana.

(Reporte adicional de Alistair Scrutton. Editado en español por Lucila Sigal y Javier Leira)

© Thomson Reuters 2016 All rights reserved.

Como suele ocurrir con los sitios de las agencias noticiosas, la información después fue editada, como vemos en la captura más arriba, pero la nota original se encuentra en El Periódico de México, 25-Ene-2016.

El Papa participará en servicio católico-luterano, arriesgándose a furia de tradicionalistas

Philip Pullella

CIUDAD DEL VATICANO (Reuters) - Arriesgándose a soportar la ira de los tradicionalistas católicos, el Papa Francisco tiene previsto participar en un servicio conjunto católico-luterano en octubre en Suecia para conmemorar el inicio del aniversario 500 de la Reforma impulsada por Martin Lutero.

El servicio tendrá lugar en la ciudad de Lund, en el sur de Suecia, el 31 de octubre, informó el Vaticano. Lund es el lugar donde la Federación Luterana Mundial fue fundada en 1947.

Lutero, un alemán, comenzó la Reforma Protestante en 1517 con la escritura de 95 tesis criticando a la Iglesia Católica por la práctica de las indulgencias.

Esto llevó a un cisma violento, a veces político en todo Europa con el Cristianismo, desatando entre otras cosas la Guerra de los Treinta Años, la destrucción de monasterios ingleses y la quema de numerosos "herejes" de ambos lados.

Los católicos tradicionalistas ya han acusado a Francisco de hacer demasiadas concesiones con los luteranos, particularmente una "plegaria común" que ambas religiones realizarán durante las conmemoraciones del 2017.

Dicen que la plegaria elogia excesivamente a Lutero, quien fue condenado como un hereje y excomulgado.

Sin embargo, Francisco ha hecho del diálogo con otras religiones una de las marcas de su Papado y el anuncio coincidió con el fin de la Semana anual de Oración por la Unidad de los Cristianos.

El Papa ya ha visitado una iglesia luterana en Roma, la comunidad protestante Waldesiana en el norte de Italia, y la sinagoga de Roma. Este año tiene previsto convertirse en el primer Papa en visitar la mezquita de la capital italiana.


Conmemoración del 5° centenario del pecado de Lutero.


Informa el boletín diario de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Ene-25-2016.

El Santo Padre Francisco irá a Lund (Suecia) para conmemorar el 500° aniversario de la Reforma

Su Santidad Francisco tiene la intención de participar en una ceremonia conjunta entre la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial para conmemorar el 500° aniversario de la Reforma, en programa en Lund, Suecia, el 31 de octubre de 2016.

[00110-ES.01] [Texto original: Italiano - Traducción no oficial]

El card. Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, quien en el pasado reciente calificaba la “Reforma Protestante” de “fracaso” y de “pecado”, explicaba ayer en una entrevista publicada en el periódico suizo Giornale del Popolo, que la conmemoración no se iba a realizar en 2017 sino en Octubre de 2016 porque “para entonces Lutero todavía era católico” (!).

Visto en Secretum Meum Mihi, 25-Ene-2016.

Las libertades modernas (IV).


Ya hemos publicado la tercera parte de Las libertades modernas, capítulo de la obra Soy yo, el acusado, quien tendría que juzgaros. Comentarios de los Documentos Pontificios que condenan los errores modernos de Mons. Marcel Lefebvre. Aquí la cuarta y última parte.

Cuarta libertad: la libertad de conciencia

Finalmente, León XIII trata de la libertad de conciencia procurando hacer las distinciones oportunas porque las palabras, si no se definen, son siempre ambiguas.

«…tomada en sentido de ser lícito a cada uno, según le agrade, dar o no dar culto a Dios, queda suficientemente refutada con lo ya dicho.
Pero puede también tomarse en sentido de ser lícito al hombre, según su conciencia, seguir en la sociedad la voluntad de Dios [ex conscientia officii] y cumplir sus mandatos sin el menor impedimento.
Esta libertad verdadera, digna de los hijos de Dios, y que ampara con el mayor decoro a la dignidad de la persona humana, está por encima de toda injusticia y violencia, y fue deseada siempre y singularmente amada por la Iglesia. Este género de libertad lo reivindicaron constantemente para sí los Apóstoles, lo confirmaron con sus escritos los apologistas, lo consagraron con su sangre los mártires en número crecidísimo».


Una ambigüedad culpable y fatal

Hoy en día se mezcla todo. Hace algunos años, en la canonización de los mártires irlandeses, el Papa Pablo VI pronunció un discurso lleno de ambigüedades, basado en la expresión “libertad de conciencia”, como si esos mártires hubieran manifestado la necesidad de esa libertad y hubieran muerto por ella. Esos mártires comprendieron la libertad de conciencia tal como la va a definir León XIII: libertad para afirmar la verdad y para adherirse a ella. Sería algo muy distinto si se tratara simplemente de defender la libertad de cualquier religión, culto o pensamiento. Ellos no fueron al martirio por defender eso. Se negaron a pasar al protestantismo, diciéndose: “Eso es el error”. Así que los mataron por la verdad y no por decir: “Todas las verdades son libres”. ¡Es algo inadmisible jugar con la sangre de esos mártires que manifestaron su adhesión a la verdadera fe, haciendo creer que querían defender la libertad de todas las religiones!
Hoy, cuando se pide la libertad religiosa, ya no se la define. Por eso hay que ser claros. Defender una cierta libertad, la libertad de las personas para que no haya investigaciones exageradas por parte del Estado para saber qué piensan y luego perseguirlas, es algo que está muy bien. Decir también que no se puede perseguir a las personas en sus casas y en su intimidad por profesar tal o cual religión, por ejemplo: musulmana o budista, está muy bien.
Pero no puede ser que se dé la impresión de que la Iglesia católica defiende la libertad de todas las religiones, pues no puede defender la libertad del error. Pedir para todas las religiones la libertad de poder, al igual que la Religión Católica, expresarse exteriormente, tener su prensa, instituciones, escuelas y templos, es jugar en un terreno peligroso. Si no, un día veremos templos y mezquitas por todas partes[1] y los católicos no podrán decir nada, por haber querido ellos mismos dar la libertad al error. Hay que saber qué es lo que se quiere.

La verdadera tolerancia

Precisamente León XIII habla un poco más adelante de la tolerancia. Entendemos que sea necesaria en los Estados, pero una cosa es tolerar y otra dar un derecho. El mal se tolera pero no se aprueba. Es algo que ya vemos en nosotros mismos: somos pecadores y tenemos tendencias malas ¡pero no vamos a suicidarnos porque no podemos tolerar nuestros vicios! En cierta medida, tenemos que soportarnos, sin aprobar por ello nuestros vicios. Los soportamos, intentando combatirlos y restablecer el orden en nuestra propia persona. Lo mismo vale para las sociedades: están enfermas. Querer suprimir todo mal, sería hacer que la vida social fuera imposible. ¡No vamos a matar a la sociedad! Los Estados se ven obligados a tolerar ciertas cosas.
Antes se llamaba “casas de tolerancia” a lo que eran casas de prostitución. El Estado juzgaba que tenía que tolerar eso porque si hubiera querido suprimirlas, la prostitución se hubiera extendido por todas partes y hubiera sido peor que reglamentarla. El Estado es el que tiene que decidir si hay que tolerar o no. El Estado y los príncipes católicos, que atacaban el vicio y los pecados públicos, toleraban esas casas, pero era una libertad muy limitada.
Veamos qué nos dice León XIII sobre la tolerancia:

«A pesar de todo, la Iglesia se hace cargo maternalmente del grave peso de la humana flaqueza, y no ignora el curso de los ánimos y de los sucesos por donde va pasando nuestro siglo. Por esta causa, y sin conceder el menor derecho sino sólo a lo verdadero y honesto, no rehuye que la autoridad pública tolere algunas cosas ajenas a la verdad y a la justicia, a fin de evitar un mal mayor o de adquirir o conservar un mayor bien».

El Papa recuerda que Dios mismo permite el mal, aunque Él no lo quiere; no puede quererlo pero lo permite en vista de un bien mayor o para evitar un mal mayor.

Tolerar no significa conceder un derecho

¿Tengo que recordar que antes del Concilio se habían redactado dos propuestas o esquemas, el del cardenal Bea —sobre la libertad religiosa— y el del cardenal Ottaviani —que hablaba de la “tolerancia religiosa”? Ambos se opusieron violentamente, y el cardenal Bea, levantando la voz en plena reunión dijo: “¡No estoy de acuerdo para nada con ese esquema!” Ahora bien: la tolerancia religiosa es realmente la doctrina tradicional de la Iglesia, según la cual no se puede hablar de libertad de las religiones. El error se tolera en ciertos casos, pero no se le reconoce un derecho natural.
Por ejemplo: en países como Alemania, donde hay la misma cantidad de católicos que de protestantes, no se puede suprimir el protestantismo. Pero en Estados tan católicos como España, donde había muy pocos protestantes, las leyes favorecían precisamente al catolicismo, impidiendo el desarrollo de instituciones protestantes. Eso fue así hasta que el Generalísimo Franco, por presión del Vaticano, acabó concediendo la libertad de cultos, y entonces los protestantes crecieron en número y luego llegaron los testigos de Jehová… Lo mismo sucedía en Hispanoamérica, donde los países eran católicos en un 95%; los jefes de Estado seguían los consejos de los Papas y consideraban un deber proteger a su pueblo católico contra los errores que hubieran destruido la fe. Esto es normal cuando se cree en Nuestro Señor Jesucristo.
Era algo hermoso ver la fe profesada oficialmente en esos países: en las procesiones y ceremonias oficiales religiosas siempre había una presencia de las autoridades civiles. Era un gran ejemplo para la población. Todo eso se ha suprimido. Estos Estados se han vuelto “laicos” y las sectas, como si fueran langostas, los han invadido. En Chile, en cada momento, se ve cómo se levantan templos: cómo aquí aparecen los mormones, allí los adventistas, en otro lugar el ejército de salvación… Cuando la Iglesia ya no es firme en sus principios o al clero le falta valor, la fe católica se ve corroída por todas partes, y los fieles la abandonan y se van a las sectas.
Es, pues, algo normal, que el Estado tolere un hecho que no puede impedir, como en un lugar cuya mayoría no es católica. Pero los jefes de Estado no pueden dar a los disidentes más que una tolerancia; no les pueden reconocer un derecho natural.

«Ha de confesarse —continúa el Papa—, si queremos juzgar rectamente, que cuanto mayor sea el mal que por fuerza haya de tolerar un Estado, tanto más lejano se halla él de la perfección; y asimismo que, por ser la tolerancia de los males un postulado de prudencia política, ha de circunscribirse absolutamente dentro de los límites del criterio que la hizo nacer, esto es, el supremo bienestar público. De modo que si daña a éste y ocasiona mayores males a la sociedad, es consiguiente que ya no es lícita, por faltar en tales circunstancias la razón de bien (…) Pero siempre es verdad que semejante libertad concedida indistintamente a todos y para todo, nunca, como hemos repetido varias veces, se ha de buscar por sí misma, pues repugna a la razón que la verdad y la falsedad tengan los mismos derechos. Y en lo tocante a la tolerancia, causa extrañeza cuánto distan de la prudencia y equidad de la Iglesia los que profesan el liberalismo».




[1] En 1993 había más de 1.000 mezquitas en Francia.

sábado, 23 de enero de 2016

El decreto que cambia el rito sobre el lavatorio de los pies.


Francisco le lava los pies al transexual, ver la noticia aquí.

El siguiente es el texto del decreto que se ha conocido el 21-Ene-2016, mediante el cual la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos hace oficial lo que ya de facto venía ocurriendo en el rito del Lavatorio de los Pies el Jueves Santo: Que se ignoraban las rúbricas a placer. Traducción de Lexicon Canonicum. Visto en Secretum Meum Mihi, 21-ene-2016.

CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO
Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS
DECRETO
IN MISSA IN CENA DOMINI

La reforma de la Semana Santa, con decreto Maxima Redemptionis nostra mysteria (30 de noviembre 1955), otorgó la facultad, allí donde lo aconsejase un motivo pastoral, de efectuar el lavatorio de los pies a doce hombres durante la Misa en la Cena del Señor, después de la lectura del Evangelio según san Juan, como para manifestar de forma representativa la humildad y el amor de Cristo hacia sus discípulos.

En la liturgia romana ese rito se transmitía con el nombre de Mandatum del Señor sobre la caridad fraterna según las palabras de Jesús (cfr. Jn 13,34) cantadas en la antífona durante la celebración.

Al cumplir ese rito, los obispos y sacerdotes están invitados a conformarse profundamente a Cristo que "no vino para ser servido, sino para servir" (Mt, 20,28) y empujado por un amor "hasta el final" (Jn 13,1), a dar su vida por la salvación de todo el género humano.

Para manifestar este significado pleno del rito a cuantos participan en él, el Sumo Pontífice Francisco ha considerado oportuno cambiar la norma que se lee en las rúbricas del Missale Romanum (p. 300 n. 11) “Los hombres elegidos son acompañados por los ministros…”, que debe variar como sigue: ”Los elegidos entre el Pueblo de Dios son acompañados por los ministros...” (y, en consecuencia, en el Caeremoniale Episcoporum n. 301 y n. 229 b: “las sillas para los designados”), de modo que los pastores puedan elegir a un grupo de fieles que represente la variedad y la unidad de cada porción del pueblo de Dios. Ese grupo puede estar formado por hombres y mujeres, y convenientemente por jóvenes y ancianos, sanos y enfermos, clérigos, consagrados, laicos.

Esta Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a tenor de las facultades concedidas por el Sumo Pontífice, introduce tal innovación en los libros litúrgicos del Rito Romano, recordando a los pastores su tarea de instruir adecuadamente tanto a los fieles elegidos como a los demás, para que participen en el rito responsable, activa y fructuosamente.

No obstante cualquier disposición contraria.

En la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, 6 de enero de 2016, solemnidad de la Epifanía del Señor.

Robert Card. Sarah
Prefecto

+ Arthur Roche
Arzobispo Secretario

“De modo que los pastores puedan elegir a un grupo de fieles que represente la variedad y la unidad de cada porción del pueblo de Dios”. ¿Eso querrá significar también musulmanes?

Francisco: “Yo se que hay muchos blogs en contra mía”.


Con relación a las recientes declaraciones del vaticanista Andrea Tornielli sobre los blogs que resisten a Francisco, traemos una vieja noticia para recordar. Visto en Secretum Meum Mihi, 27-Jun-2015.

Francisco: “Yo se que hay muchos blogs en contra mía”


¿No creen lo que dice el titular? En principio es difícil creerlo dado que en una de sus tantas entrevistas Mons. Guillermo Javier Karcher explicaba que el Papa no usa internet ni se sienta frente a una computadora (ver el video en esta entrada), y menos cuando el propio Francisco afirmó que sólo leía La Repubblica (ver aquí). Sin embargo, es de suponer que si él sabe y dice que hay muchos blogs que le son contrarios es porque alguien más se lo ha informado, ello basados en las afirmaciones que Mons. Karcher hacía en las arriba aludidas explicaciones.

En fin, interviniendo el pasado Martes en el Fórum Europa Tribuna Euskadi, en Bilbao, España, el Presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales, Mons. Claudio María Celli, fue quién lo reveló al responder una de las preguntas formuladas por los periodistas (en el video se puede escuchar la afirmación al ir al minuto 37:48).

Hay ciertos malestares, Yo creo que...y el Papa está muy consciente de esto. Como yo lo ví hace unos días, el día 18 [de Junio] lo encontré, y el Papa lo dice claramente, lo reconoce, me decía sonriendo, decía: “Yo se que hay muchos blogs en contra mía”. Lo sabe perfectamente, y es indudable que hay un cierto malestar[...]

Las libertades modernas (III).


Ya hemos publicado la segunda parte de Las libertades modernas, capítulo de la obra Soy yo, el acusado, quien tendría que juzgaros. Comentarios de los Documentos Pontificios que condenan los errores modernos de Mons. Marcel Lefebvre. Aquí la tercera parte.

Tercera libertad: libertad de enseñanza

León XIII pasa luego a otra libertad más grave aún: la libertad de enseñanza, que afecta a toda la formación de la juventud:

«No de otra manera se ha de juzgar la llamada libertad de enseñanza. No puede, en efecto, caber duda que sólo la verdad debe llenar el entendimiento, porque en ella está el bien de las naturalezas inteligentes y su fin y perfección; de modo que la enseñanza no puede ser sino de verdades…»
Este es un principio evidente y una regla de oro para la enseñanza.

«Por esta causa, sin duda, es deber propio de los que enseñan librar del error a los entendimientos y cerrar con seguros obstáculos el camino que conduce a opiniones engañosas. Por donde se ve cuánto repugna a la razón esta libertad de que tratamos, y cómo ha nacido para pervertir radicalmente los entendimientos al pretender serle lícito enseñarlo todo según su capricho (…). Sobre todo porque puede mucho con los oyentes la autoridad del maestro (…) No ha de suceder impunemente que la facultad de enseñar se trueque en instrumento de corrupción».

Si abrimos los ojos a la enseñanza actual en las escuelas, incluso las supuestamente católicas, no podemos dejar de sentirnos aterrorizados por la evolución constante de una enseñanza que ya no es tal, ni en los seminarios. Los alumnos son los que expresan las ideas y discuten entre sí. Los profesores únicamente orientan la discusión, pero ya no enseñan nada. Así se llega a una falsificación de la enseñanza y vemos que el nivel baja cada año. Los medios audiovisuales son buenos en ciertos casos, pero cultivan la memoria visual más que la inteligencia; los niños acumulan, pero no asimilan, ni reflexionan, ni razonan: la inteligencia disminuye. Un Papa como León XIII habría hecho severa de la enseñanza de hoy.

«La verdad —que es el objeto de toda enseñanza, [escribe]— es de dos géneros: natural y sobrenatural...»
Es decir, la verdad conocida por la razón y la verdad conocida por la fe. Tienen que enseñarse estas dos ciencias.

«… en ellas se apoyan como en firmísimo fundamento las costumbres, la justicia, la religión, y la misma sociedad humana».

Los beneficios de la filosofía cristiana

El Papa prosigue, diciendo que la Iglesia ha recibido particularmente la misión de enseñar: «Id y enseñad a las naciones» (S. Mat. 28, 19). Los gobiernos deberían tener en cuenta —pues es algo admirable para gloria de la Iglesia y de la civilización cristiana— las universidades construidas en el transcurso de los siglos, en las que enseñaban profesores eminentes. Imaginemos lo que debía de ser la Sorbona en tiempos de santo Tomás de Aquino, de San Ignacio, de San Francisco Javier; y todos los santos que pasaron por ella, como San Buenaventura, y que se formaron en esas universidades, y estudiaron en ellas la verdadera filosofía y la verdadera fe. ¿Qué se enseña ahora en la Sorbona? Algunos amigos universitarios nos dicen que apenas hay en ellas dos o tres profesores que no sean comunistas, y eso en una universidad fundada por la Iglesia y santificada durante siglos por ella. Los comunistas se han establecido en ella como los cuclillos: los pájaros que ponen sus huevos en los nidos de los demás…
Los revolucionarios se han apoderado de todo: de las curias episcopales, de las escuelas, de los edificios, de los hospitales (como, por ejemplo, el antiguo Hospital mayor de París)… Están en hermosos edificios que ellos no han construido y después los han ampliado.
En una universidad católica libre y anticomunista como la de Guadalajara, en México, en donde hay más de 30.000 estudiantes (10.000 mejicanos y 20.000 extranjeros), no hay ninguna facultad de filosofía ni teología. ¿Qué anticomunismo se puede enseñar en esas condiciones? O en ese caso se hace un anticomunismo muy primario: información sobre el comunismo mundial, reuniones, congresos… pero falta el fundamento filosófico. Al no haber cátedras de filosofía ni teología, no se muestra el ideal que tendría que existir para reemplazar al comunismo y que es precisamente el reinado social de Nuestro Señor Jesucristo. ¿Qué hacen si no presentan lo que da una vida normal a la sociedad: una verdadera ética, la moral natural y la moral social? Si no saben lo que es una sociedad cristiana e, incluso desde el punto de vista filosófico, lo que es sencillamente una sociedad, las leyes que tienen que regirla y el orden social natural, ¿con qué van a reemplazar a la sociedad totalitaria?
Se ha llegado hasta el punto del vacío en la enseñanza. De ahí la importancia de nuestros seminarios. Pronto, los sacerdotes que formamos serán las únicas personas en todo el mundo que conozcan los verdaderos principios filosóficos —que no son nuestros, ni los del Padre tal o cual, ni de tal o cual profesor, sino los de la Iglesia.

La filosofía tomista

Ya no se quiere hablar de la filosofía tomista, aunque los Papas no han dejado de recordar que la Iglesia se la ha apropiado hasta el punto de hablar de santo Tomás de Aquino como del Doctor común. Es la filosofía enfocada según el espíritu de la fe y de la verdad. La mayor parte de las encíclicas se refieren a esta doctrina. Si queremos conocer la realidad, el mundo, y la esencia de las cosas y de todo lo que Dios ha creado, tenemos que sumergirnos en la filosofía de santo Tomás, la del sentido común.
Esta filosofía es admirable aunque nadie la quiere en ningún lugar, ni siquiera en Roma —ni en la Gregoriana, ni en el Angélico, ni en el Letrán. ¿Qué sabrán, pues, realmente los futuros sacerdotes y obispos? Serán modernistas desde el seminario, en donde se les habla de Freud, del marxismo y de la relatividad, y ya no saben qué es la verdad. ¡Es espantoso!
De ahí la importancia de nuestros seminarios. Los sacerdotes que salgan de ellos tienen que ser columnas de la verdad. Se creará un rechazo contra ellos, por haber sido formados según la doctrina de santo Tomás, y al sentir en ellos una fuerza y una luz de verdad y de sentido común, se les atacará con más fuerza aun. No se les perdonará que tengan la verdad y estén en ella, pues los errores siempre protestarán contra ella.
De ahí igualmente la importancia de abrir universidades junto a nuestros seminarios. A mí me gustaría que se abrieran en cada país [1]. Aunque al principio sean lo más sencillas que se pueda, por lo menos los profesores impartirán la verdad no sólo a los futuros sacerdotes sino también a seglares destinados a ocupar puestos importantes en la sociedad que, así formados, tendrán una fuerza lógica, de raciocinio y de persuasión que hará doblegarse a los demás. Gracias a la claridad de sus ideas, podrán tener una influencia en la sociedad. Pero si ya no se enseña el tomismo en las universidades, ni la doctrina católica en los seminarios, ¿a dónde iremos a buscar la luz de la verdad?
Son incontables los documentos pontificios sobre la doctrina de santo Tomás. Es realmente la filosofía de la Iglesia y, por lo tanto, la filosofía de Dios, de cualquier hombre sensato, y de la que tiene que vivir cualquier cristiano.

«Cuantas verdades enseñó —prosigue León XIII— quedaron encomendadas a esta Sociedad, para que las guardase, las defendiese y con autoridad legítima las enseñase; y a la vez ordenó a todos los hombres que obedecieran a su Iglesia no menos que a El mismo, teniendo segura los que así no lo hicieran su perdición sempiterna. Consta, pues, claramente que el mejor y más seguro maestro del hombre es Dios, fuente y principio de toda verdad, y también el Unigénito, que está en el seno del Padre, y es camino, verdad, vida, luz verdadera que ilumina a todo hombre, y a cuya enseñanza han de prestarse todos dócilmente: Todos serán enseñados de Dios (Jn 6, 45)».

Por desgracia, los liberales, que reclaman la libertad de enseñanza al mismo tiempo que permiten que se desarrolle cualquier tipo de enseñanza, “le ponen a la Iglesia —dice el Papa— un obstáculo tras otro”.
Se puede decir que hoy es a nosotros a quienes ponen un obstáculo tras otro… Desde luego es algo inaudito pensar que ante los ojos del Papa y de los cardenales encargados de la enseñanza de la Iglesia se desarrolla una enseñanza que ya no es tal. No hay ni que pensar entonces en lo que pasa en las demás universidades: lo primero que habría que hacer para recuperar el control de esas universidades sería volver a darles profesores. ¿Cómo puede ser que en la universidad Gregoriana enseñen rabinos y profesores protestantes?…
Además, la enseñanza se ha vuelto ecléctica. Se quiere saber todo de todo y se redactan una especie de nomenclaturas de todo lo que piensan los hombres sobre cualquier cosa menos la verdad. He visto el programa de los seminarios de Francia. Sobre el tomismo, se decía que ya no era la doctrina principal en filosofía y que se lo estudiaba como un sistema entre los demás. ¿En qué se convertirán, pues, esos seminarios? Nos dicen que en algunos seminarios hay más seminaristas que en otros, pero ¿qué formación reciben? Serán sacerdotes para quienes se puede pensar lo que se quiera, y para quienes la verdad y el error serán cosas relativas. ¿Qué fuerza de convicción tendrán en su predicación?, pues la fuerza para hablar está en la verdad. Si ya no hay verdad y si la verdad es una opinión como las demás, ya no hay verdadera predicación. Así, van a hablar de acontecimientos sociales o de la revolución en tal o cual lugar, pero ya no tendrán el sentido de la vida sacerdotal.




[1] Actualmente existen el Instituto Universitario San Pío X (21 rue de Cherche-Midi, 75006 París) y el Instituto Universitario San Gregorio Magno (76 rue d’Inkermann, 69006 Lyon) en Francia.